En el último tramo de la cadena, antes de que las hortalizas lleguen al consumidor final, ya sean estas frescas o transformadas, intervienen el sector comercializador -integrado por almacenistas y agricultores asociados en cooperativas o SAT- y las industrias agroalimentarias (conserveras, congeladoras, fábricas de encurtidos y productos desecados).
En este artículo se analiza la situación de estos dos agentes fruto del trabajo realizado para la elaboración del Plan Hortícola de La Rioja, que lleva a cabo la Consejería de Agricultura con la finalidad de tomar medidas para la reactivación del sector de la horticultura riojana, y que complementa la radiografía del sector productor y viverista realizada en el número anterior de Cuaderno de campo.
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