Sevilla, España
Entre las diversas modificaciones que ha introducido en nuestro ordenamiento tributario la última Ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, en vigor desde julio de 2021, una de las más destacadas va destinada a reforzar el carácter colectivo de las sociedades de inversión de capital variable (SICAV), incorporando una nueva exigencia, relativa a la inversión mínima de sus accionistas, para que tales entidades puedan seguir tributando al tipo del 1%en el impuesto sobre sociedades. En concreto, lo que ahora se exige para ello es que la SICAV cuente con, al menos, 100 accio-nistas que hayan realizado una inversión mínima de 2.500 euros, lo que llegó a ser tildado desde diversos sectores como el jaque mate definitivo a este tipo de entidades. Sin embargo, a lo largo de estas páginas analizaremos e iremos comprobando si realmente la reforma operada sobre las SICAV puede suponer su desaparición como vehículo de inversión o si, por el contrario, se cumplirán los objetivos del legislador reforzándose su carácter de entidad de inversión colectiva. Para ello examinaremos las distintas opciones con las que cuentan las SICAV de cara a con-tinuar operando como tales (ya sea manteniendo su tributación al tipo de gravamen del 1%o pasando a tributar al tipo general del 25%) y también aquellas otras alternativas que se les abren si optaran por cesar en su actividad como instituciones de inversión reguladas, anali-zando en cada caso las repercusiones fiscales que de una u otra decisión pudieran derivarse.
Among the various amendments introduced in our legislation by the latest Law on measures to prevent and combat tax fraud, in force since July 2021, one of the most important is aimed at reinforcing the collective nature of variable capital investment companies (SICAVs), incorpora-ting a new requirement, relating to the minimum investment of their shareholders, so that such entities can continue to be taxed at the rate of 1% in corporate income tax.Specifically, what is now required for this to happen is that the SICAV must have at least 100 shareholders who have made a minimum investment of 2,500 euros, which has come to be seen by various sectors as the definitive checkmate for this type of entity. However, over the course of these pages we will analyse and verify whether the reform of SICAVs could lead to their disappearance as an investment vehicle or whether, on the contrary, it will effectively reinforce their character as a collective investment entity.For this purpose, we will examine the different options available to SICAVs to continue operating as such (either maintaining taxation under the 1% tax rate or becoming taxed at the generalrate of 25%) and those other alternatives open to them if they choose to cease their activity as regulated investment institutions, analysing in each case the tax repercussions that could arise from one or other of these decisions.
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