Jose Carrasco, Antonio Abellán, Francesc Morales, Salvador Serrano, Mark David Hosale
A medida que la tecnología se ha vuelto más sofisticada, más transparente y más barata, se ha convertido en un componente ubicuo cotidiano de nuestras vidas. La tecnología digital está integrada en casi cualquier asunto con el que tenemos contacto, incluido nuestro entorno construido. Cambios en nuestro medio construido ocurren gradualmente, a través de la incorporación en las estructuras existentes de componentes a escala. La implicación de esta condición es que prácticamente cualquier cosa construida tiende hoy dia a convertirse en una máquina programada. Con el tiempo, más que considerarse objetos estáticos indeformables, nuestro entorno construido tiende a ser dinámico, responsivo, con espacios interactivos que colaboran con nosotros. Nuestros edificios estáticos se convertirán en sofisticadas ecologías con las que compartir nuestras vidas. Hay una conexión sugerente entre las teorías que hablan de los sistemas emergentes y el diseño a base de partículas, derivadas de los estudios de Inteligencia Artificial, y las metodologías de prácticas arquitectónicas transdisciplinares, en busca de modelos de interacción con el usuario mediante narrativas no lineales en la representación de información, tiempo y espacio. Prácticas performativas desde disciplinas como el Arte, la Biología y la Arquitectura vienen mostrando propuestas interesantes, como las de los pioneros Sommerer y Mignonneau a mediados de los 90s. Éstos diseñaban instalaciones entendidas como ecosistemas virtuales poblados de criaturas aparentemente vivas cuyo crecimiento y evolución depende de cómo los visitantes interactúan. Por ejemplo, en A-Volve, donde la proyección de una balsa de agua sobre una pantalla táctil horizontal y de gran formato produce una verosimilitud notable acerca de la posibilidad de hacer nacer, crecer, reproducirse criaturas que parece que nadan en esa especie de agua digital.En una época en la no está más allá de nuestra imaginación dibujar música o esculpir luz, una nueva especie de arte y diseño ha emergido para encapsular disciplinas distintas en trabajos únicos,contraviniendo las categorizaciones. Usando recursos como el Cycling74’s Max (https://cycling74.com/) se facilita la exploración de estas nuevas tecnologías desde la virtualización y simulación a laactualización, produciendo nuevas formas de arquitectura, arte y diseño. Esta comunicación explica el uso del recurso Max para el desarrollo de universos virtuales immersivos e interactivos que tuvo lugar en el marco del Máster de Arquitectura de Alicante, en febrero de 2017. Estos universos virtuales se fundamentan en principios de “media crossing” (transmodalidad) para la definición de contenidos, recursos de construcción 3D, así como en algoritmos de inteligenciaartificial y principios cibernéticos para el desarrollo de sistemas basados en agentes. A lo largo de la semana que duró el taller, el primer día se establecía una especie de instrumento sinestésico,el segundo se simulaba un componente de su esqueleto, el tercero se situaba en un universo de más partículas, el cuarto se determinaba cómo evolucionaba y el quinto se compartía el resultado. Max/Msp es un recurso adecuado para la Arquitectura, la Geografía y la Sociología por cuanto los datos numéricos de partida los decide el diseñador de la experiencia. Pueden ser sonidos, intensidadeslumínicas, valores cartográficos o cualquier otro dato tabulado susceptible de entrar en un algoritmo que ayude a configurar un “universo” virtual poblado por agentes, entornos, atractores, etc.
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