Manuel Ángel de las Heras García
Uno de los eventuales inconvenientes que ocupa y preocupa al profesorado universitario en el marco de las nuevas titulaciones de Grado no es otro que delimitar el específico ámbito de la materia a impartir al alumnado en cada curso académico, máxime si atendemos al dato objetivo referido a que existen ciertas asignaturas, como sucede en el actual Grado en Derecho y sus variantes (tales como DADE o DECRIM), que con anterioridad eran de carácter anual y ahora se han visto circunscritas a ser explicadas y evaluadas en apenas un semestre. Sucede, además, que el tiempo real y efectivo disponible por cada docente para impartir la asignatura se suele reducir encima a un cuatrimestre, motivo por el cual necesariamente se deben aminorar o, al menos, comprimir los contenidos teóricos de cada una de las disciplinas impartidas. Esto ocurre, en concreto, con la asignatura «Derecho de obligaciones y contratos» perteneciente al área de conocimiento Derecho Civil debiéndose afrontar su estudio auxiliándose, tanto los/as docentes como los/as discentes, de ciertos instrumentos o herramientas al objeto de conseguir que la inevitable abreviación de contenidos no implique una mengua de los conocimientos precisos en detrimento del alumnado. En el presente estudio se proponen algunas de las mismas en aras a atenuar, enla medida de lo posible, la mentada reducción teórica de la referida asignatura. En primer lugar resulta conveniente recomendar un manual breve y directo que no se distraiga en vastos antecedentes históricos de las instituciones jurídicas a impartir que, pese a su notable relevancia, pueden ser conocidas por parte del alumnado mediante la remisión a diccionarios razonados de jurisprudencia y legislación u otro tipo de obras especializadas. Como alternativa a la recomendación de un manual de tal naturaleza cabe tambiénla posibilidad de entregar previamente al alumnado un material, asimismo conciso, de elaboración propia por parte de cada docente que se explicará en el aula aportando numerosos ejemplos prácticos a fin de comprobar la asimilación de dichos contenidos teóricos y su debida diferenciación de, en su caso, otras figuras afines. De modo simultáneo resulta oportuno desglosar en el aula al alumnado en equipos, más o menos numerosos, dependiendo del número total de integrantes de cada grupo con el objetivo de fomentar el trabajo colaborativo e incrementar la interrelación entre sus miembros. Con ello se despierta cierta competitividad entre los equipos creados a la vez que se aumenta su perspectiva crítica al permitir que sean los propios discentes quienes puedan advertir de antemano si la tarea encomendada que han desplegado puede calificarse de sobresaliente, notable o, en otro caso, si el esfuerzo que correspondía verificar en cada supuesto planteado no alcanza un término medio o, en su caso, un estándar mínimo de calidad. Las labores a asignar a cada equipo pueden ser de la más diversa índole, a título de muestra,verificar un análisis a una reciente resolución judicial que revista un particular interés, desarrollar algún epígrafe resumido del programa que haya podido suscitar una singular atracción en el aula o, incluso,indagar sobre la manera concreta en que están aplicando cierto instituto nuestros tribunales de justicia (que, en no pocas ocasiones, se separan de la estricta legalidad) o buscar noticias recientes en los diversos medios de comunicación social sobre hechos que guarden conexión con la materia impartida. Todo ello, por supuesto, sirviéndose de concretos recursos relacionados con las TIC´s.
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