La Biblia, en cuanto Palabra de Dios, es pilar constitutivo del carisma de la predicación. Por ello, sin Palabra no hay Orden de Predicadores. Los 800 años de vida de esta orden están jalonados por personas e instituciones que giran alrededor de la Palabra de Dios. Entre estas instituciones, hay una que brilla con luz propia: L’École biblique et archeologique française de Jerusalén (EBAF). Fundada por el P. Lagrange en 1890 en el lugar donde la tradición cristiana coloca el martirio de San Esteban, ha sido y es punto de referencia obligado en el estudio de la Palabra de Dios.
En esta comunicación se abordará los orígenes, historia y actualidad de la EBAF
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