Se propone revisar la perspectiva de la segunda persona a partir de una revisión de las principales formas de la relación entre adulto y bebé, según la psicología de la infancia temprana. Se sugiere que esta perspectiva permite explicar ciertos fenómenos mejor que sus competidoras al plantear, en calidad de primitivo lógico y ontogenético, la noción de interacción. Se defiende asimismo que no toda interacción temprana se puede pensar desde el tipo relacional yo-tú; ciertos fenómenos se entienden mejor como una primera forma del nosotros. Ergo, si esta perspectiva pretende ubicarse como originaria debe abarcar estas dos líneas divergentes de mutualidad.
This paper examines the second-person perspective following a survey of the main forms of adult-infant relations established by developmental psychology. It is suggested that the second-person perspective explains certain phenomena better than its competitors, by proposing the notion of interaction as a logical and ontogenetic primitive. It is also argued that not all early interactions can be thought of in terms of I-thou relations, for certain phenomena are better understood as an early form of the us. Therefore, if the second-person perspective is to position itself as primary, it must embrace these two divergent lines of mutuality.
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