Virginia A. Moyer, Kathleen A. Kennedy
El uso de los procedimientos diagnósticos está justificado cuando se considera probable que los resultados modifiquen la actitud ante el paciente. Que así suceda depende de la probabilidad de la enfermedad para la que se ofrece tratamiento o intervención, la probabilidad previa a la prueba de enfermedad y el rendimiento del estudio (medido mediante cocientes de probabilidad, sensibilidad y la especificidad). Una prueba diagnóstica buena es aquella en la que esta negociación es relativamente pequeña dentro de una gama de sensibilidades y especificidades clínicamente significativa.
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