Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Resumen de El arte rupestre como indicador de los cambios climáticos de la prehistoria

Antonio Rodríguez Picazo

  • En las pasadas Jornadas de la AME, habíamos visto que mucho del arte rupestre descubierto en el desierto del Sahara permitía confirmar que hace unos 6000 años antes de nuestra era el clima de esa extensa región africana era cálido, húmedo y frondoso, con abundancia de bóvidos y amplia fauna acuática.  Como sabemos, el arte rupestre comprende una amplia gama de representaciones no sólo pictóricas, sino también dibujos grabados, petroglifos y pictografías, con variedad de composiciones y escenarios para sus obras, lo que  junto a las  herramientas científicas que incluyen  técnicas de análisis de la composición y estructura de los pigmentos y los aglutinantes por espectroscopía, fluorescencia rayos X, etc., y otras como la de los isótopos radiactivos(la del carbono 14,por ejemplo)que se utilizan para datar este tipo de descubrimientos arqueológicos, han permitido contribuir a conocer mucho mejor las condiciones climáticas, ambientales, sociales y culturales  de épocas prehistóricas. Considerando, por tanto, enriquecedora el potenciar una más estrecha colaboración entre el mundo del Arte y el de Ciencia, vamos a trasladarnos en esta ocasión a una zona mucho más próxima al lugar en que se celebran estas Jornadas como es el cuadrante nororiental peninsular mediterráneo que, aproximadamente, comprende desde el conjunto de estas tierras aragonesas hasta pasar por Cataluña, y buena parte del noreste de la Comunidad Valenciana y de la Comunidad de Castilla-La Mancha. Esta amplia zona forma parte del llamado arte rupestre levantino que se extiende hasta el sureste Mediterráneo y fue descubierto al principio del siglo XX por el arqueólogo turolense Juan Cabré, situando su máximo esplendor y desarrollo en pleno  Neolítico, en torno al año 6000 a. de C.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus