Resumen de "Gender jamming": aportaciones de mujeres feministas desde el sabotaje cultural
La comunicación, en todas sus formas, no solo refleja la sociedad, sino que también ayuda a configurarla. Inmersos en una era postpublicitaria (Solana, 2010) donde los mensajes corporativos son omnipresentes, las audiencias no solo se han acostumbrado a vivir rodeados de mensajes y códigos, sino que también se ha propiciado la aparición de movimientos sociales y culturales que han aprendido a utilizarlos. La ciudadanía es capaz de hacer un uso de los medios que tiene a su alcance como plataformas para comunicar sus propios mensajes, de una manera distinta al uso que de ellos realizan las empresas, menos estandarizada y regulada. La apropiación de los medios por parte de los receptores, convertidos entonces en emisores, va más allá del empleo apropiado de las tecnologías comunicativas que propicien este escenario. Las redes sociales, como ejemplo de medio bidireccional donde los usuarios pueden emitir comunicación además de consumirla, ofrecen una apertura a la ciudadanía para expresar sus opiniones y hacerlas visibles. Sin embargo, estas redes siguen unas reglas establecidas jerárquicamente de obligado cumplimiento para todos los usuarios. La libertad de expresión y, por consiguiente, de protesta, han de ceñirse a estas reglas para poder formar parte de estos medios. Estas limitaciones ponen de manifiesto la titularidad privada y privativa de los medios de comunicación en general. Sin embargo, existe otra opción para difundir mensajes más allá de entrar a formar parte del sistema: subvertirlos. La subversión mediática implica un uso no normativo de estos, de manera que la creatividad es un factor fundamental a la hora de conseguir las ventajas que ofrecen los medios de comunicación sin tener que cumplir con los requisitos de acceso preestablecidos. Las técnicas para subvertir los medios pueden ir desde un empleo ilegítimo e ilegal de ellos (alteración de vallas publicitarias, graffitis en los medios viales, etc.) hasta su utilización dentro de la legalidad, pero desde una perspectiva o un mensaje que ataque los valores intrínsecos de los propios medios.
