La condición de “fecundación anormal” se establece cuando el cigoto exhibe un número de pronúcleos o corpúsculos polares distinto de dos, a las 16-20 horas después de la inseminación. Los cigotos anormalmente fecundados generalmente no se emplean con fines reproductivos. A pesar de que, en algunos casos, evolucionan in vitro e incluso pueden llegar a implantar, se considera que estos cigotos tienen un mal pronóstico reproductivo. En el caso particular de los cigotos monopronucleados (MN), se estima una prevalencia entre el 1,6-7,7% para los ovocitos microinyectados por ICSI.
Algunos autores han propuesto rescatar estos cigotos MN con fines reproductivos, bajo la premisa de que la evaluación microscópica no es definitiva y que pueden tener la capacidad de derivar en blastocistos viables.
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