C. M. Cantín, A. Díaz, S. del Río, A. Gracia, Jesús Val Falcón
La manzana sufre pérdidas de calidad que se manifiestan mediante pardeamientos y manchas de la piel y/o pulpa, ennegrecimientos o agrietamientos, problemas en la textura, o arrugamiento de la piel. La incidencia de este tipo de alteraciones está controlada por factores genéticos, por las prácticas culturales y las condiciones ambientales durante el periodo precosecha, y por las condiciones de almacenamiento. Estos trastornos postcosecha pueden conllevar pérdidas superiores a un 80% de la cosecha inicial, además de tener una clara incidencia en la aceptación del consumidor. En este artículo nos centramos en las fisiopatías postcosecha relacionadas con el calcio y en las medidas correctoras desarrolladas por el Grupo Nutrición y Poscosecha de Cultivos Frutales (NPCF) de la EEAD–CSIC que ya han demostrado su eficacia en explotaciones industriales. También abordamos brevemente los efectos de la altura del cultivo en la calidad del fruto y en la percepción sensorial del consumidor.
The apple suffers quality losses that are manifested by browning and spots of the skin and/or flesh, blackening or cracking, problems in texture, or skin wrinkling. The incidence of this type of alteration is controlled by genetic factors, by cultural practices and environmental conditions during the pre–harvest period, and by storage conditions. These post–harvest disorders can lead to losses of more than 80% of the initial harvest, in addition to having a clear impact on consumer acceptance. In this article we focus on post–harvest disorders related to calcium and the corrective measures developed by the ‘Nutrition and Postharvest of Fruit Crops’ (NPCF) group at the EEAD–CSIC that have already proven their effectiveness in industrial farms. We also briefly address the effects of crop height on fruit quality and consumer sensory perception.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados