Este capítulo aborda varios puntos de intersección entre el pensamiento feminista y los estudios migratorios en México desde 1975 hasta 2010, argumentando que en estas coyunturas se dieron sinergias y se desató un potencial de cambio. ¿En qué medida la concientización, el discurso y los análisis feministas contribuyeron a reformular las preguntas planteadas en los estudios sobre migración? ¿De qué manera las diversas fases de los estudios sobre migración y el surgimiento de una miríada de organizaciones no gubernamentales, seguidas por la creación de agencias gubernamentales para atender los problemas de las mujeres y las necesidades de los migrantes, informaron los debates sobre las responsabilidades y los derechos de las mujeres en la sociedad mexicana? Mediante una revisión selectiva de estudios y políticas de Estados Unidos, México y Canadá relacionados con temas de empoderamiento femenino a través de la migración (y, más específicamente, el impacto de los procesos migratorios en los roles e identidades de hombres y mujeres, relaciones de género y dinámicas familiares), se plantean preguntas sobre los compromisos mutuos y las agendas cruzadas entre académicas feministas, agencias gubernamentales y actores y organizaciones no gubernamentales que se ocupan de la migración.Desde una comprensión constructivista social y de género de la interacción humana, se examinan las vidas de hombres y mujeres afectados por los procesos migratorios: los que migran pero también los que se quedan atrás, así como el círculo más amplio de parientes involucrados en la dinámica familiar. El panorama histórico de finales del siglo XX y principios del XXI que se ofrece en la primera sección muestra que la creación de instituciones académicas, gubernamentales y no gubernamentales fue un catalizador importante en la búsqueda por enmarcar y comprender el nexo migración-género. La segunda sección aborda el tema central detrás de la hipótesis de la convergencia: el debate sobre el empoderamiento femenino vinculado a las experiencias migratorias. Las primeras formulaciones colocaron esta pregunta en un marco de antes/después para las parejas matrimoniales; es decir, en una progresión lineal de la subordinación al empoderamiento antes y después de la migración de la mujer y/o su esposo. Posteriormente, el debate se reformuló para abarcar procesos migratorios complejos, enrevesados y no lineales (no solo los flujos) y para considerar a las mujeres sin parejas masculinas. Entonces se hizo evidente que el empoderamiento podía entenderse mejor en términos de un terreno en disputa donde tiene lugar una reconfiguración gradual de las relaciones de género y de las ideologías que las sustentan. La sección final desarrolla dos ejemplos de sitios de compromiso y dinámicas de género emergentes en la interfaz estado-familia: (1) el caso de esposas e hijos abandonados por un esposo migrante y los caminos que siguen para intentar obtener la manutención de los hijos; y (2) la emigración femenina provocada por la violencia doméstica, que a veces conduce a la búsqueda de asilo en los Estados Unidos o Canadá. En estas historias de la vida real, las negociaciones de género se desarrollan en innumerables escenarios donde se disciernen y exploran los discursos divergentes entre los migrantes, sus familias, las agencias no gubernamentales y estatales. Las conclusiones subrayan cómo el pensamiento feminista y las redes interculturales han contribuido al reconocimiento, en círculos académicos, activistas y de formulación de políticas, de la necesidad de marcos de género para estudiar y atender las múltiples necesidades de las unidades familiares intergeneracionales involucradas en la migración
This chapter addresses various points of intersection between feminist thought and migration studies in Mexico from 1975 to 2010, arguing that synergies occurred at these junctures and unleashed potential for change. To what extent did feminist consciousness raising, discourse and analyses contribute to recast the questions posed in migration studies? How did the several phases of migration studies and the emergence of myriad nongovernmental organizations, followed by the creation of government agencies to tend to women’s issues and migrants’ needs, inform debates about women’s responsibilities and rights in Mexican society? By means of a selective review of United States, Mexican and Canadian scholarship and policies concerned with issues of female empowerment through migration (and, more specifically, the impact of migration processes on male and female roles and identities, gender relations and family dynamics), questions are raised regarding the mutual engagements and intersecting agendas between feminist academics, government agencies and non-governmental actors and organizations dealing with migration.From a gendered and social constructivist understanding of human interaction, the lives of men and women touched by migration processes are examined: those who migrate but also those who stay behind, as well as the wider circle of kin involved in family dynamics. The historical overview of the late twentieth and early twenty-first centuries offered in the first section shows that academic, governmental and non-governmental institution building were important catalysts in the quest to frame and understand the migration-gender nexus. The second section deals with the central issue behind the convergence hypothesis: the debate over female empowerment linked to migration experiences. Early formulations placed this question in a before/after framework for marital couples; that is, in a linear progression from subordination to empowerment before and after the woman and/or her husband migrated. Later, the debate was recast to encompass complex, convoluted and non-linear migration processes (not just the flows) and to consider women without male partners. It then became clear that empowerment could be better grasped in terms of a disputed terrain where a gradual reshaping of gender relations and of the ideologies that sustain them take place. The final section develops two examples of sites of engagement and emerging gender dynamics in the state-family interface: (1) the case of wives and children abandoned by a migrant husband and the pathways they follow to attempt to obtain child support; and (2) female emigration sparked by domestic violence, sometimes leading to asylum-seeking in the United States or Canada. In these real-life stories, gender negotiations are played out on myriad stages where divergent discourses between migrants, their families, nongovernmental and state agencies are discerned and explored. The conclusions underline how feminist thought and cross-cultural networking have contributed to a recognition—in academic, activist and policymaking circles—of the need for gendered frameworks in order to study and tend to the many needs of intergenerational family units involved in migration.
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