Existen diversas clasificaciones para atomizar las ciencias, según sus objetos de estudios. Quizás la clasificación más general es la que deslinda las ciencias blandas de las ciencias duras. Las primeras estudian los fenómenos sociales, mientras que las segundas estudian fenómenos físicos y naturales. Existen muchísimos elementos que las distinguen, tan es así que a veces parece imposible lograr una conexión científica entre ellas; sin embargo, existe un punto donde convergen, y es en la finalidad.
Todas las ciencias tienen la finalidad de mejorar la calidad de vida de los seres humanos. No obstante, esta verdad irrefutable parece ser olvidada por muchos, y esta dicotomía se hace más latente cuando de enseñar las ciencias se trata. En la práctica pedagógica se ha generalizado la infeliz idea de que mejor profesor es, quien más conocimiento tenga sobre la ciencia que sustenta su asignatura. Y es este el primer error que cometemos, pues ciencia y asignatura no son lo mismo.
There are several classifications to atomize the sciences, according to their objects of study. Perhaps the most general classification is that which distinguishes the soft sciences from the hard sciences. The former study social phenomena, while the latter study physical and natural phenomena. There are many elements that distinguish them, so much so that sometimes it seems impossible to achieve a scientific connection between them; however, there is a point where they converge, and that is in the purpose.
All sciences have the purpose of improving the quality of life of human beings. However, this irrefutable truth seems to be forgotten by many, and this dichotomy becomes more latent when it comes to teaching science. In pedagogical practice, the unhappy idea has become widespread that the better teacher is the one who has more knowledge about the science that supports his or her subject. And this is the first mistake we make, because science and subject are not the same thing.
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