En la actualidad la Universidad no debe formar sólo especialistas en determinadas materias, sino que, fundamentalmente, ha de formar hombres y mujeres cultos, ciudadanos y ciudadanos capaces de autodeterminarse moralmente. Por ello, es necesario superar los métodos tradicionales en la enseñanza, muy especialmente en el ámbito de las ciencias jurídicas. En concreto, se propone que la enseñanza del Derecho Constitucional ha de responder a un modelo formativo, significativo y que estimule la capacidad crítica y creativa del alumno/a. Para ello es necesario desarrollar métodos de aprendizaje cooperativo, basados en la participación del alumno/a y en el trabajo en grupo junto a ello, es necesario acudir a las nuevas tecnologías, sin olvidar, además, la necesaria conexión con la realidad social y política.
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