Exponemos un método personal para introducir un tubo de silicona de gran calibre desde canalículo inferior a la válvula de Hasner en la cúpula del meato nasal inferior por el interior de la vía lacrimonasal y sus resultados en los dos últimos años. Creemos que el lugar elegido por nosotros para introducir el tubo en nariz es el idóneo por ser allí donde la succión provocada por la respiración es más eficaz. Nuestra experiencia con este método es satisfactoria en pacientes con alteraciones severas de ambos canalículos por problemas congénitos, infecciosos, traumáticos, secuelas de tumores de ángulo interno y en pacientes que han sufrido la extirpación del saco lagrimal.
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