Consideramos que el oftalmólogo y el cirujano plástico aisladamente o en colaboración como en nuestro caso, tiene una gran responsabilidad ante el tratamiento quirúrgico de los carcinomas localizados en canto interno, por la tendencia que tienen estos tumores a infiltrarse a través de la grasa periorbitaria, espacios perivasculares, nervioso, periostio y líneas de unión embrionaria a cerebro e invadir globo ocular. Todo ello obliga a un diagnóstico precoz y a realizar una exéresis completa de la lesión que sea capaz de conseguir la curación por primera intención. El otro punto a consideración es la reparación de estos defectos, para evitar trastornos funcionales y estéticos en el individuo. Por eso el tratamiento de estos tumores debe abarcar la exéresis completa de la lesión y la reparación plástica del defecto en el mismo acto quirúrgico.
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