En la abundante bibliografía de Nietzsche podemos encontrar bastantes semejanzas y diferencias, reafirmaciones y rectificaciones. Los objetivos negativos son fieles a una filosofía que defiende abiertamente el devenir, el cambio continuo, mientras que los primeros de esas parejas parecen contradecir esa fidelidad del filósofo alemán a su concepción de la realidad humana, lo que hace que algunos adjetiven a Nietzsche como contradictorio. No obstante, vemos razones contundentes en su concepción de la filosofía para desechar esa caracterización, al menos en lo que respecta a su llamada del filósofo del futuro.
Nietzsche en su Más allá del bien y del mal describe a éste como un aristócrata, algo que podemos vislumbrar también en su Zaratustra, concretamente en De las tablas viejas y nuevas, un ir hacia atrás que puede interpretarse como la preparación de un gran salto. Un gesto necesario para la venida de lo anhelado por Nietzsche, el superhombre.
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