Hannah Arendt describe la condición humana a partir de tres actividades que le son propias al ser humano: labor, trabajo y acción, correspondiendo cada una de ellas a una de las condiciones que conforman la condición humana. En el presente trabajo ahondaremos en la acción, cuya condición es la pluralidad. Es a través de la acción que los seres humanos nos distinguimos los unos de los otros. El peligro de la acción es su carácter inesperado e irreversible, y lo que la salva es el perdón y la promesa respectivamente como dos posibilidades de la acción. El perdón es la capacidad de deshacer las acciones pasadas y la promesa de construir espacios seguros en la incertidumbre de la acción.
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