El convento franciscano de San Sebastián y el monasterio de clarisas franciscanasde Santa Clara, junto con el monasterio jerónimo de Santa María de Gracia, son las tres pri-meras fundaciones conventuales de Carmona; las tres del siglo XV. El monasterio de SantaClara de Carmona fue fundado en 1460 por Teresa y Beatriz de Salcedo y pocos años despuésenriquecido por Leonor y Beatriz Pacheco que dejaron en su testamento un importante legado.En un memorial de 1533 aparece Santa Clara como el más rico, con diferencia, de los seisconventos de Carmona. Fruto de estas rentas fueron las sucesivas ampliaciones y mejoras a lolargo de los siglos de un recinto enorme, que incluye en su interior una importante muestra dediferentes estilos arquitectónicos e, incluso, una calle de casas mudéjares. Haremos en nuestracomunicación un recorrido hasta los difíciles momentos de los dos últimos siglos, en que lacomunidad, despojada de sus bienes externos, para poder sobrevivir, se vio en la necesidadde ir vendiendo parte del monasterio y de sus bienes muebles, aparte de ganarse la vida consus propias manos.
The Franciscan convent of San Sebastian and the monastery of Franciscan nuns ofthe Order of Saint Clare, together with the Jeronomite monastery of Santa María de Gracia,are the first three conventual foundations in Córdoba; the three belonging to the 15th century.The monastery of Santa Clara in Carmona was founded in 1460 by Teresa and Beatriz deSalcedo and a few years later enriched by Leonor and Beatriz Pacheco who left an importantlegacy in their wills. In a document of 1533 Santa Clara appears as the richest, by some way,of Carmona’s six convents. These revenues made possible the successive extensions andimprovements throughout the centuries of enormous premises, inside which can be found asignificant range of different architectural styles and even a street of Mudéjar houses. In ourpaper we will look at the period right up to the difficult moments of the last two centuries,when the community, stripped of its external possessions, in order to be able to survive, founditself obliged gradually to sell off part of the monastery and of their possessions, as well asearning their living with their own hands..
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