Resumen de El don de la vida, Fernando Vallejo Madrid: Editorial Alfaguara, 2010. 184 pp.
Y es que, se mire por donde se mire, la narrativa latinoamericana de hoy quedaría incompleta sin la presencia de este gran provocador capaz de fundir en esas novelas suyas de poco más de ciento cincuenta páginas las mayores boutades con los aciertos narrativos más exquisitos, las simplezas más sonrojantes con los quiebros y juegos verbales más genuinos y vivificantes, en una combinación sobrevolada pot el aura del genio. Su materia era su propia vida, si bien esta materia era manipulada pot la opinión y el prejuicio delante de la mirada atónita del lector en un continuo diálogo consigo mismo en el que Vallejo reivindicaba su derecho a hacer de la arbitrariedad su aguja de marear. Se trata de una arbitrariedad que el colombiano nunca aceptaría como tal: su subjetividad extrema es para él una muestra de objetividad incuestionable, pues convertido en héroe de sus propios trabajos olímpicos (unos trabajos asumidos como cometido místico, que en el caso de Roma recuerda el écrasez l'infâme de Voltaire), rodas las armas (los adjetivos) adquieten legitimidad. A la vista de ese enfoque que permite a Vallejo -retomando la tradición mexicana de aupar a los difuntos a primer plano- utilizar su propia libreta de los muertos (donde ocupan lugar de honor dos papas, Pablo VI y Juan Pablo II, a los que Vallejo reivindica haber liquidado por estar muertos antes que él), cabría pensar que El don de h vida encara la recta final de la obra del colombiano con la solemne gravedad de un réquiem.
