La idea de concebir las organizaciones como culturas -en las cuales hay un sistema de significados comunes entre sus integrantes- constituye un fenómeno a estudiar admitiendo la importancia en el desempeño de los miembros de una organización, como variable significativa en el campo del comportamiento organizacional. Sin embargo, para ello será necesario estudiar y comprender la cultura organizacional en el marco histórico concreto donde se desarrollan las organizaciones; pero siempre partiendo, de la conceptualización de cultura general, como el resultado de la acumulación de hábitos, habilidades, costumbres y conocimientos, que propician un sistema de normas, valores, creencias, expectativas y actitudes, que le darán una identidad propia. Este trabajo, en una primera parte, tiene como propósito establecer algunas consideraciones teóricas básicas para lograr la comprensión de esta temática.
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