En 1990, en su Curso sobre técnica y estilo vocal de Martina Franca, el gran crítico Rodolfo Celleti dedicó una mañana a establecer comparaciones discográficas entre grandes cantantes del pasado. Emparejó entonces a Shirley Verrett con Ebe Stignani en un fragmento de Don Carlo: "O don fatale". Dijo que el esmalte vocal de Stignani era superior, pero que, a cambio, Verrett evidenciaba una mayor profundización en el fraseo. Y si algo sorprende en esta cantante estadounidense es la familiaridad que llegó a tener con un buen puñado de obras del repertorio italiano, y cómo profundizó en su estilo.
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