25 de diciembre de 1969. Llegamos al maizal. El catequista tomó la palabra: Caballeros, mistis, hermanos, por favor trabajen la chacra como si fuera vuestra, así nuestra madre sustento ha de producir con abundancia para que mis hijos, y mis prójimos puedan comer. Como bien saben Uds. así los Santos y las Santas serán bien servidos. Laboren, taytas, les pido que lo hagan con voluntad, en el mismo grado sabdré corresponden con el corazón cariñoso para todos. Estoy seguro, que Dios Nuestro Señor nos colmará de bendiciones. El no permitirá que caigamos en discordia. Es mi deseo también.
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