Los barcos que llegan a nuestros puertos tienen unas dimensiones cada vez mayores y las terminales portuarias deben adaptarse a ello si quieren seguir brindando servicio a sus clientes.
El incremento de calado exige unas dársenas más profundas y muelles de mayor calado. En los muelles existentes, el incremento de profundidad obliga a actuaciones que varían en función de su tipología.
El incremento de las dimensiones de los buques (“obra muerta”y superestructura), hace que las infraestructuras portuarias deban tener elementos de amarre y atraque de grandes proporciones.
En muchos casos, en muelles antiguos, se puede incrementar su longitud con prolongaciones o con la adición de duques de alba complementarios. Respecto a las defensas, si estos buques consiguen (con sus equipos propulsores) disminuir la velocidad de impacto contra las mismas, se puede reducir la energía a absorber. Si la carga (tiro de bolardo o empuje contra la defensa) aumenta, en obras antiguas, no basta con cambiar los bolardos o defensas por unos de mayores proporciones, sino que toda la cadena estructural deberá tener suficiente capacidad portante.
En este artículo se reflexionará, a la luz de varias obras proyectadas por Increa, las soluciones ingenieriles para incrementar la capacidad de infraestructuras existentes.
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