Más que demostrar empíricamente la redondez de la Tierra, algo sabido y que a nadie le preocupaba demostrar, la primera circunnavegación puso sobre la mesa algunos hechos geográficos trascendentes y problemáticos, ese tipo de hechos que exigen décadas para ser asimilados e incorporados al pensamiento y la ciencia del momento, como la emergencia del Nuevo Mundo, sin ir más lejos. El Nuevo Mundo, precisamente, había sido y seguía siendo un obstáculo para llegar a Oriente, el horizonte de los viajes colombinos y también el de la Armada de la Especiería, comandada por Fern&acaron;o de Magalh&acaron;es, el navegante portugués que había ofrecido a la corona española acceder al Moluco por la ruta de poniente. Antonio de Pigafetta, sostiene Soler, narró la epopeya del temple y la determinación de Fernando de Magallanes, tal y como hizo Luís Vaz de Camóes con Vasco da Gama y su viaje iniciático. Pero si bien Helios/ Apolo condujo a Magallanes, como muestra la estampa de Stradanus y Collaert que De Bry incorporó a su monumental serie americana, Venus guió los pasos de Vasco da Gama.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados