En los últimos 30 años (cosechas agrícolas de 1991/92 a 2021/2022), el maíz ha vivido una verdadera revolución en Brasil. Actualmente, el país se ha consolidado como el tercer productor y segundo exportador de este cereal, con una producción de más de 100 millones de toneladas de este grano por año agrícola. En este período, el cultivo de soja se destaca como el gran impulsor de los avances tecnológicos, llevando al maíz y a otros cultivos a posiciones más destacadas y transformando los sistemas de producción de granos; que antes eran de monocultivo o rotación, a sistemas más intensificados, con dos (o más) cultivos agrícolas por año en la misma área. La región del Cerrado brasileño, antes considerada no apta para la agricultura, es hoy el gran granero de la producción de granos de Brasil. En estas tres décadas de escalada en la producción de maíz, se destacan algunos hitos legales y tecnológicos, como la Ley de Protección de Cultivares y su reglamento (desde 1997), el Sistema de Siembra Directa, el cultivo de maíz en segunda cosecha o “safrinha” (después de la soja) y el uso de biotecnologías. Estos factores fueron determinantes para que el crecimiento de la producción de maíz superara en más de 3,6 veces el volumen de la campaña agrícola 1991/92, mientras que el área destinada al cultivo de maíz aumentó sólo 1,5 veces. Los incrementos en la productividad están ligados a tecnologías y conocimientos aplicados a la gestión de los sistemas productivos, en el binomio soja-maíz, y no solo en un cultivo aislado; permitiendo mayores avances en la producción bruta de ambos granos (rendimientos recientes en la cosecha de maíz son unas 2,5 veces mayores que hace 30 años). Este trabajo presenta datos y hechos que permitieron a Brasil salir de una posición de vulnerabilidad, en cuanto a la oferta de grano de maíz, para convertirse en un actor importante en la producción y comercialización de este cereal a nivel mundial.
Corn has experienced a true revolution in Brazil in the last 30 years (agricultural harvests from 1991/92 to 2021/2022). Currently, the country has established itself as the third producer and second exporter worldwide of this cereal, with a production of more than 100 million tons of this grain per agricultural year. In this period, soybean cultivation stands out as the great driver of technological advances, leading corn and other crops to more prominent positions and transforming grain production systems; previously monoculture or rotation, to more intensified systems, with two (or more) agricultural crops per year in the same area. The Brazilian Cerrado region, previously considered unsuitable for agriculture, is today the great barn of grain production in Brazil. In these three decades of escalation in corn production, some legal and technological milestones stand out, such as the Law for the Protection of Cultivars and its regulations (since 1997), the direct sowing system, the cultivation of corn in the second harvest (after soybean), and the use of biotechnologies. These factors were decisive for the growth of maize production to exceed by more than 3.6 times the volume of the 1991/92 agricultural season, while the area devoted to maize cultivation increased only 1.5 times. Increases in productivity are linked to technologies and knowledge applied to the management of production systems, soybean-corn, and not only in an isolated crop; allowing greater advances in the gross production of both grains (recent yields in the corn harvest are about 2.5 times higher than 30 years ago). This article shows data and facts that allowed Brazil to get out of a position of vulnerability, in terms of corn supply, to become an important player in the production and marketing of this cereal worldwide.
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