La anexión de Crimea por parte de la Federación Rusa en 2014 ha devuelto la centralidad al realismo político. Por un lado, la Federación Rusa es una potencia resurgente; por el otro, su declinante población plantea diversos problemas militares, económicos, fiscales y de seguridad nacional. Este artículo, cualitativo, sugiere la aproximación del realismo demográfico como explicación alternativa a la anexión de Crimea. Se argumenta que dicha anexión ayuda a solucionar diversos cuellos de botella que ponen en riesgo la consolidación de la Federación Rusa como potencia regional. Se argumenta que la decisión de anexionar Crimea a la Federación Rusa es consistente con algunos documentos oficiales que pretenden dar respuesta a la crisis demográfica rusa. Se analizan los escenarios que podrían frenar un ulterior expansionismo territorial ruso.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados