En los últimos treinta años de su vida, Monet realizó más de 230 lienzos en torno al tema del estanque florido que había creado en el jardín de su casa en Giverny. En paralelo, fue madurando un proyecto de obra "total" que culminará, en 1927, con Las Ninfeas de l¿Orangerie. El artículo evoca las vicisitudes de esta realización única y algunos avatares de su recepción, rememorando al tiempo el aporte originalísimo que fue la "invención" de la serie y de la instalación. Termina subrayando el misterio latente de una obra tan singular.
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