La fragilidad cognitiva es un tema que resulta de gran interés para la disciplina médica, se aborda desde diferentes enfoques algunos de ellos muy centrados solo en aspectos médicos y otros más sistémicos e integrales que abordan y estudian los factores biológicos, psicológicos, sociales y médicos que determinan o intervienen en el proceso de fragilidad cognitiva. Además, se ha estudiado en diferentes patologías: pacientes con problemas de adicción y consumos abusivos, pacientes con daño cerebral y traumatismos craneoencefálicos severos y graves, personas con esquizofrenia u otros trastornos mentales crónicos, pacientes que han sufrido ictus. Y también en personas mayores que tiene alguna enfermedad neurología degenerativa e incapacitante, así como en adultos mayores y en personas mayores sin un diagnóstico médico para conocer aspectos muy relevantes vinculados a los procesos de envejecimiento. El deterioro de las capacidades cognitivas está implícito al proceso de envejecimiento y por ello es tan relevante saber cómo mantener las habilidades cognitivas o como rehabilitarlas cuando se han dado episodios de enfermedades estudiadas, cuyo tratamiento e intervención implica el trabajo cognitivo.
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