Enrique Mínguez Martínez, María Vera Moure, Diego Meseguer García
A lo largo de la costa existen innumerables entornos que por sus características climáticas y paisajistas se han transformado en núcleos turísticos. Entornos que, debido a un desequilibrio poblacional estacional, oscilan entre la masificación de los meses estivales y el abandono durante el resto del año. La estacionalidad produce ciudades descompensadas, genera infraestructuras poco sostenibles, insuficientes o sobredimensionadas, y conforma estructuras poco eficientes donde nunca se optimizan los recursos. El uso de las migraciones turísticas como elemento estabilizador urbano, siempre que se consiga desarrollar un tejido equilibrado y sostenible, puede proporcionar una herramienta muy valiosa desde el punto de vista de la revitalización de un entorno (ya sea urbanística, económica o medio ambiental). Para ello se debe respetar la identidad paisajística que actúa como foco de atracción, desarrollando nuevas tipologías que respondan a las necesidades de todos los ...
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