Sevilla, España
Huelva, España
Las mujeres embarazadas tienen el mismo riesgo o más que otras personas de sufrir traumatismos.
■ Las principales causas son: accidentes; sobre todo automovilístico, caídas, golpes, heridas por arma blanca o de fuego.
■ También ha aumentado el riesgo de traumatismos causados por maltrato y abuso durante el embarazo, aunque es difícil obtener estadísticas reales porque estos no se denuncian en su totalidad.
■ El tratamiento de los traumatismos durante el embarazo tiene consideraciones especiales debido a la presencia del feto y a las modificaciones fisiológicas que sufre la mujer.
■ Estos cambios de estructura y función pueden influir en la valoración de la embarazada que ha sufrido traumatismo, y alterar los signos y síntomas de las lesiones, y también el resultado de las pruebas diagnósticas complementarias.
■ El procedimiento de la atención a la embarazada traumatizada, no varía sustancialmente del recomendado para traumatizados en general, salvo puntualmente por las peculiaridades de este tipo de pacientes, ya comentadas.
■ Por tanto se seguirá el consabido esquema de Valoración Primaria (A, B, C, D, E) y Valoración Secundaria (que comienza con la terminación de la exposición corporal completa y control ambiental.
■ La supervivencia fetal depende de la materna, por ello hay que tratar de estabilizar cuanto antes a la madre y proporcionarle los cuidados apropiados para que el resultado fetal sea óptimo.
■ Primero hay que reanimar y estabilizar a la madre y segundo controlar al feto.
■ El mejor tratamiento para el feto es tratar y estabilizar correctamente a la madre.
■ Sólo cuando la mujer esté estable se procederá a la valoración fetal y su viabilidad.
■ Aunque las pautas de valoración y manejo de la mujer embarazada son iguales a otra paciente no gestante con traumatismo, requiere conocimientos y habilidades especiales del equipo de emergencias.
■ Es importante tener en cuenta las modificaciones que tienen lugar en el embarazo y sopesarlas en el momento de nuestra actuación.
■ Incluso en casos de traumatismo materno aparentemente leve y sin afectación abdominal, pueden producirse problemas materno-fetales por lo que es necesaria la hospitalización de la mujer para vigilancia y valoración del bienestar materno-fetal.
■ El resultado óptimo se obtiene cuando la madre y el feto se recuperan con salud, consiguiendo, que el estado del feto sea bueno y que el embarazo prosiga sin efectos adversos.
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