Zaragoza, España
Los factores psicosociales presentes en el trabajo pueden convertirse en riesgos y afectar a la salud física, psicológica y social del empleado. Los trabajadores con discapacidad, aunque se encuentren adaptados a sus tareas, según recientes estudios (Magnavita, Bosco, Ranalletta, Salerno, 2006) presentan mayores posibilidades de ocupar puestos aislados, sufrir acoso por el hecho de ser diferentes o están más expuestos a críticas de agentes externos que no desean ser atendidos por ellos.
La legislación española obliga a las empresas con más de cincuenta trabajadores a reservar un 2% de puestos a empleados con discapacidad (sensorial, física, intelectual o mental), pero esta norma no siempre se cumple. Por otro lado, estos empleados, aunque se sientan realizados por el hecho de desempeñar una labor y percibir un salario, lo que supone una normalización, suelen quejarse de tener menores oportunidades para realizar una carrera profesional y de una escasa formación en momentos iniciales, lo que conlleva estrés debido a las dudas que supone el hecho de no saber qué rol y qué tareas se esperan de ellos (Snyder, Carmichael, Lauren, Blackwell, Cleveland &Thornton, 2010).
Este estudio comprende una parte cualitativa y otra cuantitativa y trata de obtener un mayor conocimiento sobre esta realidad, a la vez que evalúa los factores psicosociales en empresas que tienen implantadas políticas de integración. La conclusión más positiva es que este tipo de organizaciones muestran niveles inferiores de estrés y enfermedad, comparadas con otras, tal vez debido a un factor sensibilizador que no solo se refleja en la integración, sino también en la evaluación y prevención de los riesgos psicosociales.
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