CON OCHO AÑOS él y su prima Itziar recogían en cuclillas las pesetas que caían del mostrador bajo los palés de la barra del bar.
Se las quedaban, por supuesto, y salían echando pipas a comprarlas al kiosko de Tribuli. 40 años después y desde hace 26, Txaber Igarza regenta Parra taberna, referencia obligada en la vida social de Elorrio, un local emblemático que ha sabido hacer frente a las adversidades, adaptarse a los tiempos y convertirse en mucho más que un bar
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