Es madrileño, 45 años, y lleva ocho vinculado a Telefónica; primero como vicepresidente y consejero delegado de Fonditel, gestora de los fondos de pensiones de los trabajadores del grupo, y desde julio de 2002 como responsable de las finanzas de Telefónica. A sus espaldas queda una dilatada trayectoria profesional ligada al mundo de la bolsa; seis años en Beta Capital, como director de Análisis y Bolsa, y dos años en Société Générale de Valores, como director general. Rechaza el símil de ser el primer cajero privado de España y asegura que su máxima ocupación y preocupación es la gestión del riesgo. "No hay un manual para saber qué hacer, no hay rutina, hay que innovar todos los días, que no es lo mismo que actuar a lo loco: las últimas grandes debacles empresariales se han debido a problemas financieros, no a los operativos", asegura. En la conversación, no puede evitar que aflore un cierto estilo docente -ha sido profesor de la Manchester Business School, el Instituto de Empresa y la Universidad Complutense- cuando explica la importancia que tiene el compromiso asumido por Telefónica con sus accionistas de pagar un dividendo mínimo de 40 céntimos por acción para un periodo de tres años.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados