Moisés Mebarak, Alberto de Castro, María Amarís Macías, Dania Mejía
Al igual que otros desastres naturales, las inundaciones conllevan repercusiones negativas en las comunidades, resultando en el deterioro de la salud mental y física de las víctimas. A largo plazo, las secuelas en la salud mental suelen más persistentes, se manifiestan en un pobre autocuidado y otros aspectos relacionados a la pobreza. Con el propósito de realizar un acercamiento a una población profundamente afectada por una inundación, se propone la caracterización de sus estilos de vida. Como concepto, estos se constituyen como estrategias para el mantenimiento y potenciación de la salud. Implican un abordaje multidimensional que dé cuenta de la complejidad del ser humano en términos de las creencias y conductas en torno a su salud. Además, debe tenerse en cuenta que se alude a un término multifactorial, donde el contexto y las condiciones del individuo influyen en su consolidación. Bajo este paradigma se realiza un estudio descriptivo-transversal. Aquí bajo un muestreo aleatorio se seleccionaron 500 habitantes entre 20 y 40 años de edad, víctimas de inundación, tras el rompimiento del canal del dique en el año 2010, que residen en el Municipio de Campo de la Cruz, Departamento de Atlántico – Colombia. En particular se trabajan las dimensiones de consumo de sustancias, nutrición, autocuidado, sueño, tiempo libre y actividad física. Es notable que no se tienen datos significativos de la situación social y económica de la población antes del desastre. Entre los resultados obtenidos se destaca el reconocimiento de las víctimas sobre las estrategias que promueven la salud, y sus respectivos beneficios. Sin embargo, aún se presentan incoherencias entre sus creencias y la aplicación de hábitos saludables. Por otro lado, se resaltan el consumo de sustancias como factor de riesgo para la salud de los sujetos, y la necesidad de fortalecer el rol activo de los mismos en torno a prácticas de autocuidado.
Similarly, to other natural disasters, floods entail negative repercussions in affected communities. This leads to a decline in the victims’ mental and physical health. In the long term, mental health consequences tend to be more persistent, they manifest through poor self-care and other aspects related to poverty. With the intention to approach a population deeply affected by a flood, we propose the characterization of their lifestyles. As a concept, these are established as strategies for maintaining and developing health. They imply a multidimensional approach that considers the complexity of human beings in terms of their beliefs and behaviors towards their own health. In addition, it must be kept in mind that it alludes to a multifactor concept, where individual context and conditions influence its consolidation. Under this paradigm, we carried out a descriptive-transversal study. Through random sampling we selected 500 inhabitants between 20 and 40 years of age, victims of the flood, after the dam canal failure in 2010, who reside in the municipality of Campo de la Cruz, Atlantico Department – Colombia. In particular we work with the dimensions of substance abuse, nutrition, self-care, sleep, leisure time and physical activity. It’s notable that there is no significant data about the social and economic situation of the population before the disaster. Among the results obtained we highlight the knowledge of the victims about strategies that promote health and their benefits. However there are incoherencies between their beliefs and the performance of health habits. On the other hand, substance abuse is emphasized as a risk factor for the health of the participants, and the need to strengthen their active role surrounding self-care practices.
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