La tendencia a producir en países con menores costes exige algún cambio. No ha disminuido el desafío de la globalización, pero una dimensión y dinámica inesperadas han cambiado la situación. Solo se han arañado las posibilidades de ahorro mediante proveedores que ofrecen precios atractivos, la distancia entre expectativas y resultados es mas grande que nunca.
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