Se incide en el difícil tratamiento para la aplicación de la técnica de la pérdida de oportunidad, frente al «todo o nada» que derivaría de su inaplicación. Requiriendo, en opinión del autor, para su aplicación: la incertidumbre causal junto con la preexistencia de una situación idónea para obtener un beneficio o ventaja que no se ha dado. La conexión entre ambas posibilitará la aplicación de la pérdida de oportunidad o de expectativas, dosificando la indemnización en su cálculo de forma motivada por los Tribunales, en función de la probabilidad de la oportunidad perdida o ventaja frustrada.
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