La profunda originalidad de la teología de la ley nueva o evangélica -tal cómo es interpretada por Rafael Tello- puede contribuir especialmente a comprender cómo es que se produce en América Latina la diversificación del cristianismo de los más pobres. A través de su propio uso de la gracia, la vida cristiana que los caracteriza resulta legítimamente diversa de las expresiones -también culturales- del catolicismo vivido en los sectores medios y altos de la sociedad. No obstante ello, los pobres participan en la ley principal de todo cristianismo, que es única y la misma para todos: la gracia del Espíritu Santo que se da por la fe en Cristo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados