¿Son los partidos políticos el problema de la América Latina?

• Stokes, Susan C. ^[1]
  1. [1] University of Chicago

     University of Chicago

     City of Chicago, Estados Unidos

     
• Localización: Política y gobierno, ISSN 1405-1060, ISSN-e 1685-2037, Vol. 5, Nº. 1, 1998, págs. 13-46
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • ¿Are political parties the problem of democracy in Latin America?
• Enlaces
  • Texto completo
• Dialnet Métricas: 2 Citas
• Resumen
  • español

    Los estudiosos responsabilizan a los partidos políticos débiles y a los sistemas de partidos volátiles de las deficiencias de las democracias latinoamericanas. Entre éstas se encuentra la decir, la tendencia de los políticos a pronunciarse a favor de ciertas políticas durante las campañas y luego a abandonarlas una vez que están en el poder. Sin embargo, la teoría política y la experiencia de América Latina plantean expectativas contradictorias: que los partidos fuertes pueden aumentar la capacidad de respuesta y que pueden reducirla. Los estudios de caso y el análisis estadístico de datos nacionales presentados en este artículo muestran que tanto los partidos débiles en sistemas volátiles como los partidos fuertes en sistemas estables realizaron drásticos y tempranos cambios de políticas. Para comprender estos cambios, debemos ver más allá de las deficiencias de los partidos políticos. Se concluye con algunas reflexiones acerca de la conveniencia normativa de la respuesta al mandato popular. 

  • English

    Scholars blame the deficiencies of Latin America democracies on weak political parties and volatile party systems. Amog these deficiencies is mandate unresponsiveness: the tendency of politicians to pronounce themselves in favor of policies in campaign and then abandon these policies once in office. Yet political theories and experiencie in Latin America yield contradictory expectations: that strong parties may enhace responsiveness and taht they may reduce. The case estudies and statistical analysis of cross-national data presented in tthis article show that darmatic and early policiy switches were carried off both by weak parties in volatile systems, and by strong parties in stable systems. To understan policy switches we must look beyond the deficiencies of political parties