La rotación de los estudiantes de medicina por servicios de salud es una oportunidad para mostrarles cómo se aplican valores, habilidades y criterios en el día a día. En general, existe una cierta disociación entre lo que el estudiante considera estándar de calidad y lo que observa en los servicios asistenciales, presionados por una falta de tiempo y recursos crónicos.El presente artículo explora estrategias para que este salto de la teoría a la práctica sea una experiencia positiva para el estudiante. Y, así, evitar el peligro de instaurar un currículo oculto inaparente que prioriza sobrevivir, en un territorio hostil, a la aplicación de habilidades y a la reflexión crítica de cada paciente. Enseñar a reflexionar en un contexto de presión asistencial es una de las grandes aportaciones que puede realizar las prácticas tuteladas en centros asistenciales, sobre todo de Atención Primaria de Salud.
The rotation of medical students by health services is an opportunity to show them how values,skills and criteria are applied on a day-to-day basis. In general, there is a certain dissociationbetween what the student considers a quality standard and what she observes in the careservices, pressured by a chronic lack of time and resources. This article explores strategies sothat this leap from theory to practice is a positive experience for the student, and to avoid thedanger of establishing an inapparent curriculum that prioritizes survival in hostile territory, insteadto applicate skills and critical reflection to each patient. Teaching to reflect in a context ofhealthcare pressure is one of the great contributions that supervised practices can make inhealthcare centres, especially Primary Health Care.
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