La producción y exportación de frutas y hortalizas se ha convertido en el área más dinámica de la agricultura mexicana durante las últimas décadas. Hoy México es uno de los países que más exportan estos productos, lo cual suele adjudicarse en gran medida al proceso de apertura comercial iniciado desde los años noventa Sin embargo, pese a sus evidentes fortalezas, una característica de este tipo de agricultura ha sido la concentración: en pocos cultivos, en pocas regiones productoras, en pocos mercados de destino y en pocos actores beneficiados; todo ello incrementa su nivel de vulnerabilidad, toda vez que, lejos que la firma de tratados de libre comercio haya permitido obtener ventajas respecto a otros países competidores, en los últimos años se nota un descenso en los niveles competitivos de México en varios cultivos hortofrutícolas
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