El Valle Cuautitlán-Texcoco forma parte de la Zona Metropolitana de la ciudad de México, lo que era la antigua Gran Tenochtitlán. Este valle está poblado por una quinta parte de los 20 millones de habitantes que residen en la gran Metrópoli. Además cuenta con una importante área industrial, sin embargo carece de una infraestructura de transporte público acorde con su peso económico dentro de la región provocando graves problemas de movilidad y conectividad. También se ha generado un proceso de urbanización irregular en cuanto a aprovechamiento del suelo (usos, densidades y volumetrías) debido entre otras causas a la complejidad del sistema de propiedad de la tierra llamado ejidal. Separada de la ciudad de México por la Sierra de Guadalupe, el valle Cuautitlán-Texcoco, se ha convertido literalmente en su patio trasero, que necesita atención y orden urgente. Dado su origen lacustre, esta zona presenta graves problemas de manejo hídrico, por ejemplo se inunda constantemente y además hay carencias de abastecimiento de agua. En tiempos de Hernán Cortés en este Valle había una red de caminos militarmente estratégicos, que fue utilizada por el conquistador extremeño en el asedio a Tenochtitlán. Posteriormente esta red se consolidó como ruta comercial local, por ejemplo se tiene constancia del camino de Cuautitlán hacia México, en el testimonio de Juan Diego al Tepeyac, donde se asienta actualmente la Basílica de Guadalupe. Esta red evoluciona en una vertebración de mayor alcance en la época Virreinal, documentado en la Declaratoria de la UNESCO del Camino Real de Tierra Adentro en 2010. El objeto de la presente ponencia es mostrar la puesta en valor del legado de los conquistadores basada en esa estructura de caminos y comunidades del siglo XVI con el fin de corregir los problemas contemporáneos de vertebración territorial y de gestión del agua en el Valle
Cuautitlan-Texcoco Valley is part of the Mexico City Metropolitan Area, It was the ancient Gran Tenochtitilan. This Valley is populated by one fifth of the 20 million inhabitants who reside in the great metrópolis and has an important industrial area. However, it lacks public transportation infrastructure according to its economic weight within the region, causing serious problems of mobility and connectivity. There has also been an irregular urbanization process in terms of land uses (densities and volumetries) due to, amongst other causes, to the complexity of the land ownership system known as ejido. Separated from Mexico City by the Sierra de Guadalupe, the Cuautitlan-Texcoco valley has literally become its backyard, which requires urgent attention and order. Given its lacustrine origin, this area presents serious problems of water management, for example it is constantly flooded and there are also shortages of water supply. In the times of Hernan Cortes, in this Valley there was a network of the strategic roads for the military which was used by the Extremaduran conqueror in the siege of Tenochitlan. Later this network was consolidated as a local commercial route, for example, it has a constance of the road from Cuautitlan to Mexico, in the testimony of Juan Diego to Tepeyac, where the Basilica of Guadalupe is currently located. This network envolves in a vertebration of greater scope in the Viceroyalty era, documented in the Declaration of UNESCO of the Camino Real de Tierra Adentro in 2010. The purpose of this paper is to show the value of the legacy of the conquerors based on this structure of roads and communities of the sixteenth century in order to correct the contemporary problems of territorial structuring and water management in the Valley
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados