El artículo analiza la figura del andrógino como encarnación del pensamiento no dual, al tratarse de una figura de doble género. En la historia de las ideas en Europa han sido pocas las escuelas y pensadores de esa tendencia no dualista, una de las pocas ha sido la alquimia. El andrógino destaca como uno de los personajes más importantes dentro de su léxico; tras estudiar esa figura simbólica, se mostrará cómo el surrealismo lo recuperó, aunque añadiéndole nuevos significados. Desde entonces, otros artistas influidos por el surrealismo han recuperado y ampliado la noción de androginia, dándole nuevos usos.
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