El triunfo del Partido Liberal Demócrata en Japón en las elecciones legislativas de octubre de 2021 ha venido acompañado de una derrota para el feminismo, con un retroceso en el número de mujeres elegidas para ocupar un escaño. Sin embargo, gracias al movimiento #MeToo, cada vez son más las japonesas que deciden denunciar públicamente el sexismo, lo que ha contribuido a un aumento de las movilizaciones. Pero estas aún no han logrado cruzar las puertas de las empresas o de los parlamentos.
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