Quién es el anciano, sus necesidades más urgentes y en qué consiste esa realidad del “envejecer” son el punto de partida para abordar seguidamente la pregunta sobre el voluntario, y la respuesta que puede ofertar, si lo incluimos en el diario devenir de nuestras residencias.
Los recuerdos y las experiencias conllevan una constelación de afectos cuya perdida puede, en la mayoría de los casos, provocar en los ancianos regresiones infantiles, mayor sensibilidad a temores y miedos Unos sentimientos afectivos muy perniciosos que pueden llevar a frustraciones, perdidas y fracaso. Son situaciones del proceso del devenir humano, que tenemos obligación de humanizar y aliviando de las cargas negativas o destructivas, en lo que esté a nuestro alcance. En este contexto el voluntario no tiene por qué ser un especialista, pero su labor concreta sí exige una preparación adecuada. Los voluntarios son necesarios y útiles para optimizar el bienestar de los residentes. El aislamiento y la soledad son males progresivos que aquejan a la mayoría de los residentes; el voluntario ha de aportar un “plus” de calidad, y calor humano y afectivo, que es indispensable y, que convierte su servicio en un auténtico “regalo para los residentes”.
Who is the elderly person, their most urgent needs and what does this reality of "getting old" consist of are the starting point to then address the questions about the volunteer, and the answer that they can offer, if we include them in the daily becoming of our residences. Memories and experiences carry a constellation of affections whose loss can, in most cases, provoke childhood regressions in the elderly, greater sensitivity to fears and fears. Very pernicious affective feelings that can lead to frustrations, losses and failure. They are situations of the process of human becoming, which we have an obligation to humanize and relieve negative or destructive charges, in what is within our reach. In this context, the volunteer does not have to be a specialist, but their specific work does require adequate preparation. Volunteers are necessary and helpful in optimizing the well-being of residents. Isolation and loneliness are progressive ills that afflict most residents; the volunteer must provide a "plus" of quality, and human and emotional warmth. That it is indispensable and that it turns your service into a real “gift for the residents”.
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