La terapia por presión negativa consiste en la aplicación de presión subatmosférica al lecho de una herida, como forma de tratamiento tópico. En los estudios científicos más recientes se ha sugerido el uso de esta terapia para tratar quemaduras en adultos y niños. Esta terapia es capaz de disminuir el área de superficie de la quemadura, el edema y secreción e incrementar el tejido de granulación y perfusión de la quemadura. Además inhibe el crecimiento bacteriano. Parece una terapia segura y efectiva en quemaduras eléctricas, químicas, térmicas, extensas y complicadas, especialmente cuando se aplica en quemaduras bien desbridadas y no parece estar asociado con sangrado excesivo o molestias. Por lo tanto resulta imprescindible promocionar su uso por parte de los profesionales sanitarios. De esta manera, se podrán tratar las quemaduras mediante cuidados innovadores, seguros, de alta calidad y basados en las últimas evidencias demostradas.
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