En este trabajo intento abordar la importancia que posee el análisis del presente para una teoría del tiempo histórico. A tal fi n, abordo la noción de "políticas del tiempo" como actos que realizamos en el presente y que determinan quiénes lo habitan. En primer lugar, intento mostrar cómo en el siglo XIX y, en Occidente, el presente comenzó a ser experimentado como "contemporáneo". En segundo lugar, discuto los presupuestos que subyacen a esta experiencia de lo contemporáneo y de qué forma produce una discriminación sincrónica (los "primitivos" o "salvajes" de la antropología) y diacrónica (los "muertos" del pasado histórico).
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