La pérdida de proteínas por el tubo digestivo aparece en una gran variedad de situaciones clínicas, siendo en ocasiones el acontecimiento central de una enfermedad. Las alteraciones de los procesos digestivos como el déficit de la enteroquinasa, de los absortivos por problemas en el enterocito o alteraciones en el trasporte hacia el torrente circulatorio originarán la falta de repercusión a diferentes niveles del organismo. Desde el retraso del crecimiento acompañado o no de diarrea y vómitos, hasta situaciones de hipoproteinemia del sistema inmune toda una diversidad de síntomas pueden acompañar a la malabsorción proteica. El único tratamiento posible es el de la causa subyacente.
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