La hepatitis C afecta a un 5,8% (Cl 4,2-7,8%) de niños nacidos de madres con la infección. El 80% desarrolla una infección crónica. La mayoría de los niños con infección crónica tiene escasas alteraciones en la bioquímica hepática, sin síntomas, Menos del 2% desarrollan una hepatopatía severa a lo largo de la edad pediátrica; una fibrosis significativa requiere un tiempo de infección mayor de 10 años. Las autoridades sanitarias autorizan la combinación de peginterferón y ribavirina para el tratamiento de niños mayores de 3 años, pero tienen efectos adversos y es preferible esperar a la disponibilidad de un tratamiento con antivirales directos combinados, que proporciona (en adultos) la curación en > 95%, con baja toxicidad.
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