Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Trastornos de la conducta alimentaria: anorexia y bulimia nerviosa

    1. [1] Hospital Sant Joan de Deu

      Hospital Sant Joan de Deu

      Barcelona, España

  • Localización: Tratamiento en gastroenterología, hepatología y nutrición pediátrica / Carmen Ribes Koninckx (dir.), Esteban Frauca Remacha (aut.), Jose Ignacio García Burriel (aut.), Juan José Díaz Martín (aut.), Beatriz Espín Jaime (aut.), J. Martín de Carpi (aut.), 2016, ISBN 978-84-16732-04-3, págs. 873-888
  • Idioma: español
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • Los trastornos de la conducta alimentaria siguen siendo un problema importante dentro de la edad pediátrica, debutando la mayoría durante la adolescencia. Se caracterizan por una alteración en la ingesta de alimentos, ya sea por restricción o por exceso, así como por una excesiva preocupación por la imagen y el peso corporal. En la actualidad se observa un incremento de los pacientes, así como por su detección a edades más tempranas, afectando a ambos sexos. Se trata de enfermedades complejas que afectan tanto a la esfera física como a la socioemocional del paciente, y que debido a las complicaciones médicas que se derivan de ellas, tienen una alta morbilidad. La etiología, patogenia y mantenimiento de estos trastornos es multifactorial, implicándose factores nutricionales, genéticos, hormonales, neuroquímicos, psicológicos y socioculturales. Para el diagnóstico, actualmente se utilizan los criterios DSM-V. A la hora de valorar un paciente con TCA, hay que realizar una buena anamnesis, que ponga de manifiesto los hábitos dietéticos, variaciones de peso, conductas anómalas en relación con la comida, etc. En el examen físico es fundamental realizar las medidas antropométricas, y ver la evolución pondo-estatural del paciente en las curvas de peso y talla estandarizadas, además de realizar una exploración física encaminada a buscar las alteraciones propias de estas patologías. Inicialmente, las pruebas complementarias constan de una analítica de sangre y orina, donde se solicitará una analítica con hemograma y bioquímica general con estudio hormonal. Sorprendentemente, en contra de lo que cabría esperar, la mayoría de las veces la analítica es normal. En casos evolucionados, será necesario solicitar una densitometría ósea, y/o un Ecocardiograma. La mayoría de las complicaciones médicas que aparecen se resolverán con la restauración del peso y de los hábitos alimentarios óptimos. El objetivo fundamental del tratamiento de los trastornos médica y nutricional, la identificación y resolución de los precipitantes psicosociales del trastorno y el restablecimiento de unos patrones de ingesta saludables y en él se incluirán, tanto al paciente como a su entorno más cercano. Todavía no existe consenso en cuál es la forma más adecuada de renutrir al paciente, y hacen falta más estudios a este respecto, así como tan poco en cuanto a cómo decidir cual es el peso que deben alcanzar los pacientes, así que hasta que se logre la uniformidad en el tratamiento, al menos un mismo equipo médico (psiquiatras, pediatras, enfermería) deberían estar de acuerdo en cómo establecerlo. El tratamiento se ha de realizar desde un punto de vista multidisciplinar, bien sea de forma ambulatoria, en hospital de día o con el paciente ingresado en el hospital, eso dependerá de la situación clínica en la que se encuentre el paciente, y de los medios disponibles. El pronóstico en los niños y adolescentes es mejor que en los pacientes adultos, más aun cuando más precoz sea el diagnóstico, y menos tiempo haya pasado desde le inicio de los síntomas.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus

Opciones de compartir

Opciones de entorno